Sería mentira si dijeramos que nunca en nuestro vida hemos desperciado comida. Cuando volvemos del mercado con todas las cosas que necesitamos para el día o para la semana, hay cosas que ponemos en lugares reconditos de la cocina que terminan olvidados hasta que ya es muy tarde. Como ya es vencieron los productos, los alimentos se van directo a la basura. Para evitar que esto siga sucediendo, Ciudaris Inmobiliaria en Lima ha reunido algunos consejos para reducir los deshechos de comida que tiramos día a día.

Planifica tus comidas

Es fácil ir a un supermercado y merodear sin rumbo por cada uno de los pasillos, adivinando qué es lo que necesitas. Sin embargo, es muchísimo mejor sentarse y tomarse 10 minutos para pensar en las comidas de la semana. De esta manera, sabrás de manera exacta qué es lo que te hace falta y así no comprarás cosas que estarán en el refrigerador hasta que se malogren.

Escribe un horario con todas las comidas de la semana. Tal vez comas algo ligero para los lunes, un plato de tallarines para los martes o menestras para los miércoles. Anota los ingredientes que necesitarás para cada una de los platos que prepararás. Además, asegúrate que no incluyas ingredientes que ya tienes disponibles en el departamento.

Sigue la lista al pie de la letra

Con todos los productos deliciosos que pueden encontrarse en el supermercado, es fácil poner cosas extra en el carrito que no estaban en la lista que preparaste antes. Sin embargo, sería mejor ignorar las tentaciones y comprar solo lo que está en la lista. Así reducirás la cantidad de deshechos y ahorrarás dinero en comestibles. Ya planeaste lo que necesitas para la semana, así que cualquier cosa extra que añadas al carrito tal vez no sea esencial.

Almacena la comida de forma apropiada

Cuando la comida no se guarda en el lugar indicado o a la temperatura recomendada, se puede malograr bastante rápido. Por ejemplo, los alimentos verdes deben guardarse en una bolsa de plástico y dentro del cajón de verduras del refrigerado, pero los tomates no deberían guardarse allí. Al contrario, déjalos en un mostrador pues se mantienen mejor a temperatura ambiente. La puerta de la refrigeradora es la parte más caliente, así que deberías reservar esta área para los condimentos como la mayonesa y la mostaza.

No siempre confíes en la fecha de caducidad

Las fechas de caducidad colocadas en los objetos están allí para que los vendedores sepan cuándo el producto está en su mejor momento. Sin embargo, esta fecha asusta a mucha gente y las hace pensar que la comida ya se malogró y por eso la botan cuando en realidad están en perfectas condiciones.

Ten en mente que solo porque la fecha de vencimiento ha pasado, no significa que este producto se ha malogrado. En vez de guiarte por la fecha, utiliza tus ojos y nariz para saber si aún pueden consumir los alimentos o ya es hora de tirarlos.

Congela las comidas

Otra manera de reducir los desperdicios de comida es guardando las cosas en el congelador. Digamos que ha quedado muchas sobras de la comida que preparaste, pero te vas de viaje a la semana siguiente. Fácil, solo guarda todos las sobras en el congelador. Una vez vuelvas a casa, seguirán frescos. Lo único que tendrás que hacer es sacarlos de allí y dejarlos descongelarse.

También es probable que estés pasando por algún mercado y te des con la sorpresa de que el pollo o la carne están en oferta, pero sabes que no las utilizarás durante la semana. Lo mejor que puedes hacer es aprovechar esa oferta y guardar lo que compres en el congelador.

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