Vivir con un roommate puede ser  muy beneficioso por varios motivos: dividir el pago del alquiler, pagar las cuentas del departamento en San Miguel, tener a alguien cerca durante alguna emergencia, etc. Sin embargo, uno de los problemas que se ha vuelto muy común es el de vivir con un roommate desordenado, en especial cuando se trata de la limpieza de las áreas comunes como la cocina, la sala o el baño. Sin embargo, hay maneras de hacer que tu vida con un compañero de cuarto así pueda ser más fácil y menos estresante. A continuación, Ciudaris Agentes Inmobiliarios en Lima te habla más al respecto.

1.- Sé honesto

Antes de firmar el acuerdo y mudarte con un roommate, habla con él o ella acerca de tu estilo de vida, aseo, hábitos y horarios. La parte más importante de esta conversación es ser lo más honesto posible. Vivir con un roommate desordenado no puede parecer un problema mayor, pero algunos hábitos pequeños, pero irritantes, se acumularán con el tiempo y pueden convertirse en un problema mayor. Por eso, es bueno saber a qué situación te estás metiendo antes de aceptar a un roommate.

2.- Crea algunas reglas

Como tú y tu roommate utilizarán la misma cocina y sala, necesitarán algunas reglas sobre qué y cómo deben limpiarse las cosas. Discutan tareas como lavar los platos sucios, la frecuencia con la que deba barrerse o trapearse, etc.

3.- Establece un horario

Una vez tú y tu roommate sepan qué debe limpiarse, desarrollen un sistema que les permita organizar quién, cuándo y cómo se cumple qué tarea. Tal vez quieran limpiar el departamento junto y puedan dividir tareas o tal vez prefieran intercambiar semanas en las que tú limpias el primer y tercer fin de semana del mes, mientras que el roommate limpia la segunda y cuarta semana. No importa cuál sea el sistema que ingenian, lo importante es que ambos estén de acuerdo.

4.- Compromiso

Tú y tu roommate no estarán de acuerdo en todo, así que habrán cosas con las que debas comprometerte para hacer que su vida juntos sea funcional. Tal vez no te gusten alguna de sus ideas, pero es probable que a él o a ella tampoco les agrade las tuyas.

5.- No seas dominante

Preocúpate por tu habitación, pero no te metas con su espacio. Puedes controlar cuán limpio está tu espacio, pero no puedes (ni debes) controlar el orden de la habitación de tu compañero de cuarto, a menos que sea tan malo que atrae animales al departamento.

6.- Sé realista

Solo porque quieres que la cocina se refriegue después de cada comida, no debes molestarte porque tu compañero se olvida de hacerlo de vez en cuando. Si tus expectativas son muy altas, tendrás más molestias y discusiones cuando tu compañero no haga algo que esté dentro de lo que esperabas.

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