Tal vez eres lo que muchos llaman un «maniático de la limpieza» o tan solo te gusta que tu departamento luzca impecable y presentable en todo momento. Sea cual sea la razón, si te importan más los quehaceres del hogar que a tu compañero de piso, en algún punto de tu convivencia, esto desencadenará una pelea bastante intensa.

De hecho, muchas personas que optan por vivir con un roommate llegan a un punto en el que no pueden tolerar más todo y deciden resolver el contrato y buscar otro lugar para vivir o, en todo caso, le piden al roommate mudarse del departamento, así podrán buscar otro con quien todo sea más compatible.

Poner fin a tu relación con tu roommate por diferencias con los quehaceres y responsabilidades en el departamento puede ser la mejor solución, pero antes de asumir que es inevitable, ten en cuenta que hay formas de intentar que las cosas funcionen. Si tú y tu compañero de cuarto desean vivir juntos y ambos están dispuestos a comprometerse a trabajar como un equipo, puedes llegar a un acuerdo verbal que te permita tolerar las diferencias con los demás y, con un poco de suerte, disfrutar de esta experiencia.

A continuación, Ciudaris te brindará 4 consejos para lidiar con un roommate desordenado.

Ponte en el lugar de tu roommate

No supongas que un roommate que no parece querer mantener limpio el departamento lo está haciendo para molestarte. Los compañeros de piso pueden actuar de esta manera por diversas razones. Podría ser solo la naturaleza de tu compañero, o quizás está atravesando una fase posterior a la pérdida de un trabajo o una ruptura amorosa. También es posible que a tu compañero le gustaría estar tan limpio y ordenado como tú, pero simplemente no cree que ser capaz.

Habla con él o ella para ver qué puedes aprender acerca de lo que causa que sea una persona tan desordenada, especialmente si a tu compañero de habitación solía preocuparle mucho más la limpieza del departamento. Si comprendes lo que hay detrás, es probable que evites discusiones amargas y se lleguen a una solución que pueda mejorar los asuntos de limpieza y demás responsabilidades.

Baja tus expectativas con respecto al orden

Si esperas que todo tu apartamento se mantenga como te gusta, te sentirás decepcionado y frustrado con tu compañero de habitación por no estar a la altura de tus estándares. Divide tu departamento por zonas para poder sentirte más a gusto. Las zonas pueden ser la tuya, la de tu roommate y la de ambos. Tu zona es tu dormitorio y tienes el derecho de mantenerla tan limpia y ordenada como desees.

Del mismo modo, la habitación de tu compañero de cuarto es su zona, por lo que puede hacerlo tan impresentable como este desee. Finalmente, está la zona que comparten, que incluye áreas comunes en el apartamento, como la cocina, los baños y la sala de estar. Limita tus discusiones a estas áreas, déjale claro que las cosas te gustan de cierta manera y entiende el punto de vista que él o ella tiene. Recuerda que no todos ordenarán tal y como tú quieres, así que debes conformarte con que este mínimamente ordenado y limpio, ya depende de ti elevar esa limpieza y hacerlo más tuyo.

Más consejos: Cómo dividir los gastos entre roommates

Considera contratar un servicio de limpieza profesional

Cuando se trata de las áreas comunes, analiza si tu compañero de cuarto estaría dispuesto a contratar un servicio de limpieza y pagarlo a medias. Tener un profesional que se encargue de la limpieza y orden del departamento una vez a la semana, o incluso cada dos semanas si el dinero es escaso, puede marcar una gran diferencia. Además, la sensación de limpieza que dejará el profesional quizás inspire a tu compañero a esforzarse más para mantener el orden.

Leer más: https://www.ciudaris.com/blog/consejos-vivir-roommates/

Ofrece hacer más limpieza a cambio de otras tareas

Si te importa más a ti que a tu roommate mantener el departamento limpio y ordenado todos los días, sin duda te resultará más fácil hacerlo tú mismo. Ten en cuenta que el hecho de que un compañero de piso no mantenga su lugar ordenado y limpio no necesariamente significa que sea porque no quiere.

Si eres mejor limpiando, ofrécete a hacer más que tu compañero para que las áreas comunes se vean bien. A cambio, ve si él estaría de acuerdo en realizar otras tareas. Por ejemplo, podría ser el que haga la compra semanal de comida o realice la diligencia de pagar el alquiler y las facturas del departamento. Dividir las tareas de esta manera maximizará lo que ustedes dos pueden hacer como equipo y los mantendrá a ambos felices, ya que en vez de criticarse el uno al otro por lo que no pueden hacer, pueden felicitarse por lo que mejor saben hacer.

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